El gobernador, Juan Manzur, adelantó ayer que el próximo objetivo vinculado a la industria del limón es la radicación en Tucumán una fábrica de pectina.
Se trata de un producto derivado de la cáscara del limón que se elabora en otros países y que se emplea en la alimentación, para dar consistencia a la mermelada y a la gelatina, y en menor medida en los rubros farmacéuticos y cosméticos. “El gran desafío que tenemos es dar trabajo y no hay manera de generarlo si no viene gente a invertir, a generar industrias. Como tucumanos tenemos sueños y uno de estos sueños es que se instale definitivamente en Tucumán una fábrica de pectina, es el último ciclo que nos queda en cuanto a esta industria y vamos a seguir insistiendo en eso”, dijo Manzur.
El mandatario provincial destacó que este insumo todavía no se produce en el país y que por lo tanto se importa el 100%. “La pectina provine de la cascara del limón, por lo tanto no puede ser que estemos exportando desde Tucumán a otros países muy alejados la materia prima y que la Argentina compre de nuevo la pectina. Por eso, vamos ver como encontramos las herramientas y la tecnología, porque este año queremos anunciar que vamos a conseguir a los inversores para instalar esta fábrica”, enfatizó.
Desde el comienzo de su gestión, el gobernador ha mantenido reuniones con funcionarios nacionales para llevar adelante esta propuesta. Incluso, el tema había sido analizado en febrero de 2016 con el entonces ministro de Economía, Alfonso Prat Gay.
En aquella oportunidad, el ahora ex funcionario definía al proyecto como “fascinante” ya que, de concretarse, la provincia sería la primera de Latinoamérica en contar con una planta productora de pectina.
Al respecto había señalado: “tenemos el limón, la cáscara, la mano de obra calificada y la decisión política de llevarla a cabo, solo nos falta la tecnología adecuada para concretarla”.